Por tercera vez en 50 años, el oro cotiza a más de 100 veces el precio de la plata. Este dato por sí solo ha captado la atención de inversores y analistas por igual, no solo por su rareza, sino también por lo que podría anticipar respecto a la evolución de ambos metales preciosos.
¿Qué está impulsando este ratio tan extremo? En los últimos seis meses, el precio del oro ha experimentado una subida notable, mientras que la plata se ha mantenido relativamente rezagada. Este aumento del 30% en el ratio oro/plata refleja el interés creciente por parte de los inversores en activos considerados refugio en un contexto de volatilidad geopolítica, inflación persistente y dudas sobre la economía global.
Un ratio poco común con implicaciones históricas
Históricamente, el ratio entre oro y plata se ha movido en un rango mucho más estrecho. La media a largo plazo del ratio es de aproximadamente 60 a 1. Que hoy supere los 100 a 1 sugiere que el mercado percibe un mayor valor relativo en el oro, o bien que la plata está infravalorada.
En las únicas dos ocasiones anteriores en las que se alcanzó este ratio—en 1991 y en 2020—el oro continuó superando a la plata durante algunos meses antes de estabilizarse. Esto sugiere que la actual tendencia aún podría extenderse, especialmente si las condiciones de mercado siguen favoreciendo los activos defensivos.
Según estudios recientes de comportamiento del ratio oro/plata, cuando se producen subidas abruptas del ratio en un periodo de seis meses, suele seguir un periodo de rendimiento superior del oro frente a la plata. En otras palabras, el momentum favorece al oro, al menos a corto plazo.
Esto tiene sentido si consideramos que el oro es el activo de referencia en tiempos de incertidumbre. Su liquidez, menor volatilidad comparativa y rol como reserva de valor lo convierten en un refugio más fiable que la plata, especialmente para inversores institucionales.
Aunque la plata se percibe como un “oro pobre”, también tiene propiedades industriales importantes, por lo que su demanda depende más del ciclo económico. En entornos donde la actividad manufacturera es débil o las cadenas de suministro se desaceleran, la plata tiende a quedar rezagada frente al oro.
Sin embargo, esto no significa que esté descartada. En ciclos posteriores, la plata ha tendido a recuperar terreno, una vez que la economía muestra signos de recuperación o cuando el oro empieza a perder fuerza tras un rally extenso.
Para quienes siguen estrategias basadas en ratios, este nivel extremo puede representar una oportunidad para estrategias de reversión, como largos en plata y cortos en oro, aunque eso implica asumir riesgos importantes si la tendencia continúa. Alternativamente, algunos optarán por mantener exposición al oro hasta que señales claras de rotación empiecen a emerger.
La clave es no actuar con base solo en la anomalía del ratio. Es esencial considerar el contexto macroeconómico, el posicionamiento del mercado y la política monetaria global antes de tomar decisiones.
Conclusión
El ratio oro/plata superando 100 a 1 no solo es raro, sino que ha sido históricamente una señal de mercado clave. Aunque no garantiza un resultado, puede ofrecer pistas sobre el sentimiento de riesgo, la dirección de los flujos institucionales y las oportunidades de arbitraje para inversores sofisticados.