“Quien tiene techo de cristal no debe tirar piedras.” Ese es un refrán que el presidente Trump debería haber tenido en cuenta antes de imponer aranceles agresivos a las importaciones chinas, porque China tiene algo que le falta a Estados Unidos y que necesita urgentemente: minerales de tierras raras. Estos minerales son componentes esenciales de equipos de alta tecnología como automóviles, robots y material militar.
China extrae alrededor del 70 % de los minerales raros del mundo y procesa cerca del 90 %. Tras los aranceles de Trump, China empezó a exigir licencias a los exportadores para vender estos minerales a nivel internacional—y dichas licencias han tardado en concederse, si es que se conceden. Las exportaciones de estos minerales desde China se han ralentizado drásticamente. Preocupa cada vez más que los fabricantes de automóviles de todo el mundo tengan que detener la producción si no consiguen suficientes imanes fabricados con estos materiales. Estados Unidos depende ahora de una pequeña empresa, MP Materials, para impulsar la producción y el procesamiento doméstico de minerales raros.
El presidente Trump, comprensiblemente, está molesto con esta situación, y el secretario de Estado Marco Rubio respondió a las medidas chinas anunciando la cancelación de visados para estudiantes chinos en EE. UU. La respuesta de China fue calificar a Harvard como una “escuela de fiestas” y presumir de sus propias universidades. La empresa china de IA DeepSeek expresó su orgullo porque sus fundadores fueron formados en China.
Este absurdo toma y daca entre potencias mundiales podría haberse evitado fácilmente. El gobierno estadounidense sabía desde hace tiempo que la dependencia de China en este ámbito era un problema, pero nunca actuó en base a las recomendaciones de los informes que encargó.
El ejemplo más reciente es el del Comité Selecto de la Cámara sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino, establecido en 2023. En un informe fechado el 12 de diciembre de 2023, advirtió que EE. UU. dependía en exceso de China para los minerales de tierras raras. Aquí algunas recomendaciones clave que debieron tomarse en serio:
(1) Identificar el problema. Robert Lighthizer, representante de Comercio de EE. UU. durante el primer mandato de Trump, explicó al comité cómo EE. UU. y gran parte del mundo dependían de China para minerales críticos y su procesamiento. China ha aprovechado su política industrial—controles económicos, proteccionismo comercial, estándares ambientales bajos y transferencia tecnológica—para afianzar su posición estratégica. El comité temía que China usara esa ventaja como palanca en un posible conflicto con Taiwán.
“El Congreso debe reducir la dependencia de Estados Unidos del RPC (República Popular China) en estos materiales críticos”, concluyó el informe.
(2) Elaborar un plan. El informe también recomendaba crear una reserva estratégica de minerales raros para proteger a los productores estadounidenses frente a la volatilidad de precios y evitar que China pueda usar estos minerales como arma económica. En caso de que China inundara el mercado, EE. UU. podría comprar el excedente y estabilizar los precios. Este mecanismo animaría a más empresas estadounidenses a entrar en el sector.
El informe sugería que el Congreso y el Ejecutivo buscaran estos minerales en países aliados y ofrecieran incentivos fiscales y premios para fomentar la producción local. También recomendaba que el Departamento de Comercio investigara si se estaban produciendo prácticas de dumping en el mercado de tierras raras o imanes, y en ese caso, impusiera aranceles por daño material.
Otras recomendaciones incluían ampliar programas de reciclaje de productos estatales que contengan tierras raras, colaborar con universidades para formar más trabajadores especializados en este sector y estudiar la minería submarina profunda y su impacto ambiental.
El informe concluyó: “Nunca antes Estados Unidos se había enfrentado a un adversario geopolítico con el que estuviera tan interconectado económicamente. […] Ahora Estados Unidos debe elegir: aceptar la visión de Pekín de una América vasalla económica, o defender nuestra seguridad, valores y prosperidad.”
¡Y ese informe tiene fecha del 12 de diciembre de 2023! ¿Acaso Peter Navarro (también conocido como Ron Vara), el principal asesor comercial e industrial de Trump, leyó ese informe antes de recomendar iniciar una guerra comercial con China?