1- La relación entre la psicología y el trading es bidireccional, es decir, una alimenta a la otra.
Muchos gestores sienten estrés o frustración porque no les sale bien el “trading”. Es posible que sea porque realmente no tienen las herramientas, la metodología o simplemente la experiencia que les permite ganar dinero. Si piensan que trabajando solo en el control de sus emociones puedes solucionar el problema, están equivocados. Deben trabajar en los dos aspectos, el control de las emociones y la técnica de gestión.
2- El factor psicológico siempre estará presente en la vida de un “trader”, incluso entre aquellos que tienen experiencia y ya han demostrado su valía con resultados.
Da igual como de bueno seas, las rachas malas y las buenas se alternan, es inevitable.
3- Las rachas buenas impactan en el equilibrio emocional tanto como las rachas malas.
Cada vez que se produce un evento que queda fuera de nuestras expectativas, nuestro equilibrio emocional sufre. Esto aplica, tanto a los procesos o rachas positivas, donde crece nuestra autoestima o confianza en exceso, como a las rachas malas, donde tendemos a sentir más dudas y desconfianza de lo habitual.
4- El tamaño sí que importa, muchísimo.
La manera más rápida de destruir nuestro equilibrio emocional es operar con volúmenes demasiado grandes para el tamaño de nuestra cartera. Las variaciones en el resultado de nuestra operativa impactan directamente sobre nuestros sentimientos. Si esas variaciones son demasiado grandes, generan una sensación de pérdida de control, y no nos permiten pensar con claridad.
5- La práctica es la única forma de aprender, y con el tiempo, tal vez de triunfar.
Pensad en cualquier profesión, desde cualquier deportista a cualquier artista. El conocimiento se adquiere, se educa, se construye. Si además tienes talento, entonces puedes llegar muy lejos, pero incluso la gente afortunada con talento natural, entrena constantemente para mejorar. En el “trading” hay menos oportunidades de formarse que en otras profesiones ya que hay pocas escuelas, y por ello es tal vez más difícil entrenarse, pero no es imposible.
6- Los traders de éxito guardan en su cabeza patrones de comportamiento.
El mercado es muy complejo, pero el comportamiento humano se repite una y otra vez. Nos movemos por impulsos de avaricia y miedo, y eso deja unas pautas en el mercado que son reconocibles. Cuando aprendas a leer esas señales estarás mejor preparado para analizar lo que nos reserva el mercado para más adelante.
7- Los mercados cambian.
Basta con mirar cómo se mueven, para ver que hay ciclos distintos de volatilidad, de tendencias y de comportamientos. Estos cambios se producen de forma dinámica, en todos los mercados, y en todos los espacios temporales. Los traders de éxito aprenden a analizar esos cambios y se aprovechan de ellos.
8- Incluso los mejores “traders” tienen periodos de “drawdown” o rachas de pérdidas.
Lo que diferencia a un buen trader de uno malo, es que cuando llegan esas fases adversas, los buenos minimizan las pérdidas, en espera de que llegue el entorno que más les favorece, o mientras llevan a cabo el proceso de adaptación a las nuevas circunstancias.
9- El éxito de un trader se centra en su metodología de inversión y en los mercados donde opera.
Es un arte encontrar la combinación idónea de cómo queremos operar, el tipo de activo, y “timing” en el que lo debemos hacer. Pero sin duda alguna, una decisión acertada en la elección, facilita mucho el control de nuestro equilibrio emocional. Por el contrario cuando no hemos hecho la elección adecuada, nos sentimos incómodos desde el primer momento. Busca la combinación que encaje mejor con tu perfil como inversor.
10- Una de las claves del éxito en el trading es el “timing” o el momento en que decidimos entrar y salir de las posiciones.
Si la relación existente entre lo que ganas de media en las operaciones a beneficio, respecto a lo que pierdes de media en tus operaciones a pérdida, no superan el ratio 2 a 1, (ganas el doble de lo que pierdes), difícilmente llegarás a alcanzar el éxito. Esto es porque al principio tu ratio de efectividad será probablemente bajo, claramente inferior al 50% de acierto. Analiza la relación, “beneficio esperado – perdida potencial”, para cada operación antes de invertir en ella, mientras todavía no está en juego tu equilibrio emocional.