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Jay Kaeppel es analista cuantitativo colaborador habitual de los principales medios internacionales como CNBC, así como colaborador destacado en SentimenTrader.com y la revista Stocks and Commodities, una web de referencia internacional con suscriptores en más de 50 países.
Jay Kaeppel / Sentimentrader.com

 

Las materias primas están viviendo un momento favorable, impulsadas por una combinación de factores técnicos, cíclicos y estacionales que refuerzan su perfil alcista a medio y largo plazo. Para los inversores atentos a las señales del mercado, este entorno ofrece oportunidades que no se veían desde hace años.

En primer lugar, el precio de muchas materias primas está claramente en una tendencia ascendente. Esto no es simplemente una racha temporal; se trata de un movimiento que está respaldado por la acción del precio en múltiples activos dentro del universo de commodities, desde los metales industriales hasta la energía y los productos agrícolas.

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Además, el ciclo de 30 años para las materias primas se volvió favorable a finales de junio de 2023. Según modelos históricos, este ciclo se mantendrá activo hasta el año 2036, proporcionando un contexto estructural positivo para este tipo de activos. Estos ciclos de largo plazo no son comunes, y cuando coinciden con otros factores técnicos, pueden marcar el inicio de una fase prolongada de rendimiento superior.

La estacionalidad también juega a favor. Los patrones históricos muestran que los meses de verano suelen ser particularmente fuertes para muchas materias primas, especialmente aquellas relacionadas con la energía y la agricultura. Esta estacionalidad refuerza el contexto actual y genera un punto de entrada atractivo para los traders que buscan aprovechar movimientos cíclicos con fundamento estadístico.

Un índice de precios de materias primas, que agrupa diversos productos, también se encuentra en tendencia alcista. Este tipo de índice actúa como un termómetro del apetito general del mercado por este tipo de activos. Su comportamiento actual sugiere que los flujos de capital están girando hacia este sector en busca de protección contra la inflación, diversificación y rendimiento en un entorno de incertidumbre geopolítica.

Este contexto no solo está beneficiando a las materias primas individuales, sino también a las acciones relacionadas con el sector, como las mineras, energéticas y productoras de fertilizantes. Muchos de estos valores han mostrado fortaleza relativa frente al mercado en general, lo que indica un interés creciente de los inversores institucionales.

El posicionamiento especulativo también apunta al optimismo. Los datos de los contratos de futuros muestran un aumento en las posiciones largas netas en diversos mercados de materias primas, una señal de que los operadores profesionales están apostando por una continuación del movimiento alcista.

En resumen, cuando se alinean una tendencia de precios confirmada, un ciclo estructural favorable y una estacionalidad positiva, las probabilidades juegan a favor de los alcistas. Si bien no hay garantías en los mercados financieros, los antecedentes históricos sugieren que este tipo de confluencia suele anticipar periodos de fuerte desempeño.

Los inversores que buscan diversificación o cobertura frente a otros riesgos macroeconómicos deberían prestar atención a este resurgir de las materias primas. La historia está de su lado. El tiempo también.