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 Jason Goepfert es presidente y CEO de Sundial Capital Research. Editor de SentimenTrader.com, una web de referencia internacional con suscriptores en más de 50 países.
Jason Goepfert / SentimenTrader

 

image 30El indicador de la última hora de negociación ha subido durante nueve sesiones consecutivas, lo que ha despertado el interés de los analistas técnicos por sus implicaciones históricas. Este patrón, aunque inusual, ha sido un potente presagio de comportamiento alcista en el pasado, especialmente en el índice S&P 500.

De acuerdo con los datos recopilados, rachas similares han precedido a un repunte del S&P 500 en el 90 % de las ocasiones durante los seis meses siguientes. Este tipo de señal técnica sugiere un fuerte interés comprador institucional hacia el cierre, lo que se asocia con acumulación por parte de manos fuertes y posicionamiento anticipado para movimientos sostenidos.

En esta ocasión, la tecnología ha sido el sector con mayor tendencia de sobre-rendimiento. Empresas líderes del Nasdaq como Apple, Nvidia y Microsoft mostraron un impulso renovado durante estas sesiones, beneficiándose del flujo comprador de última hora. Este comportamiento confirma que los inversores siguen apostando por sectores de crecimiento en medio de un entorno macroeconómico aún incierto.

El contexto actual refuerza la validez de esta señal. Después de una leve corrección a finales de agosto, los compradores no tardaron en reaparecer con fuerza, llevando al S&P 500 a nuevos máximos históricos. Lo significativo no fue solo la recuperación, sino la forma en que se produjo: el impulso se concentró sistemáticamente en los últimos 60 minutos de cada sesión, lo que sugiere compras programadas o decisiones estratégicas de grandes actores del mercado.

Este fenómeno, conocido como last hour effect o “efecto de la última hora”, se considera relevante porque la actividad al final de la sesión suele reflejar la convicción institucional. A diferencia de las primeras horas de negociación, más dominadas por el ruido y la reacción a titulares, el último tramo del día suele ser más reflexivo y menos impulsivo.

Desde una perspectiva cuantitativa, esta racha de nueve cierres consecutivos al alza en la última hora se encuentra entre las más raras de los últimos 20 años. La historia muestra que, cuando se han producido series similares, la probabilidad de rendimiento positivo a 3 y 6 meses ha superado el 85 %, y la magnitud de las subidas también ha sido superior al promedio.

El liderazgo del sector tecnológico es otro elemento clave en esta narrativa. Durante periodos similares en el pasado, cuando la tecnología lideró junto con fortaleza en la última hora de negociación, el mercado mostró una estructura de continuación alcista clara. Los flujos hacia ETFs tecnológicos y valores de megacapitalización han aumentado, lo que refuerza esta tesis.

Aunque ningún patrón garantiza el resultado futuro, la combinación actual de señales técnicas, participación sectorial y fuerza de cierre es alentadora. Algunos analistas advierten, no obstante, que también podría ser una señal de sobrecompra temporal. Sin embargo, la lectura más habitual es que estas señales marcan el inicio o continuación de una fase alcista sostenida.

En resumen, el comportamiento reciente del S&P 500 en la última hora de negociación es un dato técnico que no debería ignorarse. Su fiabilidad histórica, combinada con el liderazgo tecnológico y la reacción positiva del mercado tras una corrección menor, sugiere que el camino de menor resistencia sigue siendo al alza. Como siempre, el seguimiento de estas señales debe integrarse dentro de una estrategia disciplinada de gestión del riesgo.