Alemania ha dado un giro histórico en su política fiscal con un acuerdo de deuda sin precedentes, flexibilizando su estricto enfoque sobre el endeudamiento para impulsar la inversión en infraestructura y reforzar su capacidad militar. El paquete, que incluye un fondo de 500.000 millones de euros, marca uno de los mayores cambios económicos desde la reunificación y ha generado una fuerte reacción en los mercados.
El acuerdo, liderado por Friedrich Merz y el SPD, contempla:
- Eximir del freno de la deuda el gasto militar por encima del 1 % del PIB.
- Crear un fondo de inversión para infraestructuras, sin que afecte directamente al déficit.
- Relajar las normas de endeudamiento a nivel estatal, permitiendo mayor gasto público.
El objetivo es revitalizar una economía que lleva dos años en contracción y responder a la necesidad urgente de reforzar el gasto militar ante la menor implicación de EE.UU. en la defensa europea.
Los mercados reaccionaron de inmediato a la noticia:
- Bund alemán a 10 años: Su rendimiento subió 0,31 puntos porcentuales hasta 2,79 %, el mayor salto diario desde 1997.
- Euro: Se apreció un 1,5 % frente al dólar hasta 1,078 USD, su nivel más alto desde noviembre.
- Bolsa alemana (DAX 40): Subió 3,4 %, con fuertes alzas en sectores beneficiados por el plan de gasto:
- Infraestructura: Heidelberg Materials (+17,5 %), Thyssenkrupp (+13,4 %), Siemens Energy (+8,1 %).
- Defensa: Rheinmetall (+7,2 %), Thales (+7,6 %).

¿Por qué sube el rendimiento del Bund con más deuda?
El rendimiento de los bonos y su precio tienen una relación inversa: cuando el precio del bono cae, su rendimiento sube. El anuncio de mayor endeudamiento genera tres efectos:
- Aumento de la oferta de bonos: Alemania deberá emitir más Bunds para financiar el gasto, lo que reduce su escasez y hace que su precio baje.
- Expectativa de mayor inflación: Un estímulo fiscal fuerte puede impulsar el crecimiento y presionar los precios al alza, lo que lleva a los inversores a exigir mayores rendimientos.
- Posible subida de tipos de interés: Si la economía se reactiva, el BCE podría endurecer su política monetaria, reduciendo el atractivo de los bonos actuales y elevando sus rendimientos.
Este movimiento no solo redefine la política económica alemana, sino que podría marcar el inicio de una nueva fase de crecimiento en Europa. Goldman Sachs y Deutsche Bank estiman que el paquete fiscal podría sumar entre 1 y 2 puntos porcentuales al PIB alemán, reforzando el impulso de los mercados europeos.
Aún queda por ver cómo se implementarán estas medidas y si la reforma constitucional necesaria para flexibilizar el freno de deuda obtiene el respaldo suficiente. Pero una cosa es clara: Alemania está dejando atrás la austeridad y apostando por un modelo de crecimiento basado en inversión y estímulo fiscal. Esto podría fortalecer no solo su economía, sino también el atractivo de los mercados europeos en un contexto de incertidumbre global.