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El Dr. Ed Yardeni es una de las principales voces de LinkedIn en economía y finanzas. Colaborador habitual de los principales medios internacionales, actualmente dirige Yardeni Research una firma de consultoría que ofrece estrategias de inversión global, análisis y recomendaciones a clientes institucionales. Es autor de los libros «Predicting the Markets: A Professional Autobiography» y «Fed Watching for Fun & Profit”.
Dr. Ed Yardeni / Yardeni Research

 

Los semiconductores inicialmente estaban exentos de los aranceles que el presidente Donald Trump anunció sobre las importaciones procedentes de Taiwán y otros lugares, pero su estatus privilegiado podría estar a punto de terminar. El martes, Trump afirmó que en la próxima semana se anunciarían aranceles específicos para semiconductores.

Luego, anoche, tras el cierre de los mercados financieros, el presidente planteó la idea de imponer aranceles del 100 % a los semiconductores, con exenciones para las empresas que fabriquen en Estados Unidos o hayan anunciado su intención de hacerlo. No se dieron detalles concretos, y las negociaciones sin duda reducirán ese porcentaje. Aun así, el 100 % es un punto de partida mucho más alto que el de otros aranceles impuestos hasta ahora a las importaciones de distintos países. El sector de semiconductores recibió inicialmente un respiro el 11 de abril bajo un Memorando Presidencial que excluía ciertos productos de los aranceles recíprocos. Pero la industria sabía que la exención probablemente acabaría, ya que el 1 de abril el Departamento de Comercio inició una investigación sobre el impacto en la seguridad nacional de las importaciones de semiconductores y productos relacionados bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, como explica un informe de Torres Trade Law. (Se están realizando investigaciones separadas bajo la misma sección para minerales críticos, productos farmacéuticos y principios activos farmacéuticos).

Se requiere una recomendación de esa investigación antes del 27 de diciembre; sin embargo, dado los recientes comentarios del presidente en la entrevista del martes con CNBC, es posible que el informe ya esté terminado.

Aplicar aranceles a los semiconductores es complicado porque EE. UU. importa relativamente pocos semiconductores “per se” —unos 45.000 millones de dólares—, pero importa muchos productos que los contienen (como teléfonos inteligentes). Stacy Rasgon, de Sanford Berstein, especuló en CNBC que los aranceles podrían aplicarse a los semiconductores incluidos en dispositivos importados.

AMD, Apple, Nvidia y otros fabricantes encargan la producción de sus chips a Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) en Taiwán. Trump no precisó cuán altos serían los aranceles ni si se añadirían al arancel actual del 20 % sobre las importaciones de Taiwán. Su objetivo: impulsar la fabricación de chips en suelo estadounidense.

El movimiento para “repatriar” la producción de semiconductores ya está en marcha. Comenzó en el primer mandato de Trump, cuando TSMC anunció planes para construir su primera planta en Arizona. Bajo Biden, la compañía amplió esos planes a una segunda planta en 2022 y una tercera en 2024, y en marzo, bajo el “Trump 2.0”, añadió otras tres plantas, dos centros de empaquetado avanzado y un centro de I+D.

La inversión de TSMC en EE. UU. se estima ahora en 165.000 millones de dólares, aunque sus chips más avanzados seguirán produciéndose en Taiwán. Irónicamente, muchos de los chips que TSMC fabrique en EE. UU. podrían exportarse a Asia para su ensamblaje en productos electrónicos.

Hasta ahora, los inversores en semiconductores parecen no haber reaccionado con pánico ante los aranceles durante la “Tormenta Arancelaria” de Trump. El índice S&P 500 de semiconductores ha subido un 28,8 % en lo que va de año hasta el cierre del lunes (antes de la entrevista de Trump del martes), impulsado por Nvidia (57,9 % de la capitalización del sector), Broadcom (17,1 %) y AMD (3,5 %). Las acciones de AMD han subido un 46,4 % en el año, Nvidia un 34,0 % y Broadcom un 28,4 %.

La noticia del martes sobre los futuros aranceles provocó una leve caída del 0,95 % en el índice S&P 500 de semiconductores, en una jornada en que el S&P 500 general bajó un 0,49 %. La falta de reacción puede deberse a la ausencia de detalles: quizá los nuevos aranceles se apliquen gradualmente, dando tiempo a la industria para trasladar la producción a EE. UU.

El anuncio de Trump fue solo una parte de una semana intensa para el sector. Datos de AMD y la Semiconductor Industry Association (SIA) muestran que las ventas globales de semiconductores siguen sólidas:

(1) AMD no convence. AMD reportó ingresos del 2T de 7.700 millones de dólares, un 31,7 % más interanual y ligeramente por encima de los 7.400 millones esperados. Su BPA ajustado fue de 0,48 dólares, en línea con el consenso, pero muy por debajo de los 0,69 dólares del año anterior, principalmente por una amortización de inventario de 800 millones relacionada con la prohibición de vender chips de IA a China. Para el 3T, prevé ingresos de 8.400 a 9.000 millones, con un punto medio de 8.700 millones (+28 % interanual), superando las previsiones de 8.300 millones. Esta proyección no incluye la reanudación de ventas a China, que muchos analistas esperan tras el levantamiento de la prohibición el mes pasado. También se beneficiaría del lanzamiento en junio de sus chips MI350, que competirán con los Blackwell de Nvidia. Aun así, las acciones cayeron un 6,3 % en el aftermarket, quizá más por la subida del 44,3 % en el año que por los fundamentales. La CEO Lisa Su fue optimista: “Vemos un camino claro para escalar nuestro negocio de IA hasta decenas de miles de millones de dólares en ingresos anuales… Estamos en las primeras etapas de una transformación de IA en toda la industria que impulsará un gran aumento en la demanda de cómputo en todos nuestros mercados”.

(2) Demanda global firme. Las ventas globales en el 2T subieron un 7,8 % trimestral y casi un 20 % interanual, alcanzando un récord, según la SIA. Por regiones, el crecimiento trimestral fue mayor en Asia Pacífico/otros (+18,2 %), seguido de China (+12,2 %), Europa (+3,9 %), Américas (-0,6 %) y Japón (-2,7 %). La producción industrial de EE. UU. en junio confirmó esta fortaleza, con la producción de semiconductores y componentes afines aumentando un 15,3 % interanual a un nuevo récord.

Los analistas de Wall Street siguen siendo optimistas: los ingresos y beneficios del sector están cerca o en máximos históricos. Se espera que crezca un 27,8 % en ingresos este año y un 19,4 % en 2026, y un 40,7 % en beneficios este año y un 32,8 % en 2026. La única sombra es la valoración: su PER adelantado de 31,5 está cerca de los máximos recientes.