En mi último artículo señalé cómo investigaciones recientes en psicología indicaron que desarrollar la espiritualidad puede ayudarnos mucho. Nuestra capacidad para detectar patrones en el mundo depende de manera crucial de nuestro estado de conciencia. Saltar de un conjunto de datos a otro, de un patrón de trading a otro y de una entrada de diario a otra simplemente aumenta el desorden dentro de nuestras cabezas. La oruga se transforma en mariposa, no convirtiéndose en un mejor reptador, sino retirándose del mundo y emergiendo como una criatura diferente.
Como señala el libro Renovación Radical, no es casualidad que las grandes religiones del mundo hagan espacio para periodos de «sábado», cuando dejamos de hacer y en su lugar reflexionamos. Si hacer cambios fuera tan simple como escribir metas en un diario y revisar nuestras acciones, todos seríamos mariposas. Lo que aprendemos de la investigación en psicología es que los cambios importantes en la vida están inevitablemente precedidos por una activación emocional significativa. Es el dolor de llegar a un callejón sin salida y la resolución de hacer las cosas de manera diferente lo que nos lleva a abandonar lo que no funciona y abrazar un futuro nuevo y diferente. Pero entre reconocer nuestros callejones sin salida y encontrar nuestros nuevos caminos hay un período difícil en el que estamos retirados en nuestra crisálida, ni oruga ni mariposa.
«No hay nada tan completo o tan perfecto como un corazón roto», observó Menachem Mendel de Kotsk. Es el corazón roto el que energiza los esfuerzos duraderos de cambio. Es por eso que los miembros de Alcohólicos Anónimos abrazan la idea de «tocar fondo». Una clave para el éxito en el desarrollo como trader: tocar fondo, una y otra vez, sin agotar su capital.
Luego, desde ese punto tan bajo, estudie, estudie, estudie lo que hizo bien en los mercados en 2022: cada buena idea, cada operación que fue bien. Busque los patrones de su éxito, su visión de un futuro construido sobre lo mejor de usted: la mariposa que debe ser.