maxresdefault 400x225 1

 Jason Goepfert es presidente y CEO de Sundial Capital Research. Editor de SentimenTrader.com, una web de referencia internacional con suscriptores en más de 50 países.
Jason Goepfert / SentimenTrader

 

Una gran mayoría de países cotiza por encima de sus medias móviles de 50 y 200 días, lo que ha llevado a algunos analistas a considerar que podríamos estar ante una señal de venta inminente. Sin embargo, cuando se analizan los datos históricos en profundidad, el panorama resulta mucho más matizado.

image 8

Según informes recientes publicados por Bloomberg y otras fuentes, este fenómeno—cuando más del 90 % de los mercados globales supera ambas medias móviles—se ha interpretado como una señal de que las bolsas están sobrecompradas. Desde una perspectiva contraria, esto podría implicar que se acerca una corrección. Sin embargo, cuando se pone a prueba esta idea con datos históricos, el supuesto pierde fuerza.

Para que una señal de venta sea fiable, debe ser capaz de anticiparse a los movimientos del mercado de manera consistente y con un grado de fiabilidad superior al azar. En este caso, las rentabilidades posteriores a este tipo de señal no solo tienden a ser positivas, sino también superiores al rendimiento promedio aleatorio. Es decir, en lugar de un retroceso, lo más habitual ha sido una continuación al alza.

Uno de los principales obstáculos para considerar esta situación como una señal bajista es el historial de rentabilidades absolutas y relativas del mercado estadounidense. En las últimas décadas, el S&P 500 ha mostrado una sorprendente capacidad para mantener su tendencia alcista, incluso tras periodos de aparente sobrecompra. Los patrones técnicos extremos, como estar por encima de ambas medias móviles, no han anticipado caídas importantes de forma consistente.

En lugar de ver este tipo de configuraciones técnicas como una advertencia, podría ser más prudente interpretarlas como un reflejo del impulso generalizado del mercado. Una mayoría de índices por encima de sus medias móviles indica fortaleza estructural. Es una muestra de que los inversores en múltiples geografías están dispuestos a asumir riesgo, lo que a menudo precede a fases de consolidación, pero no necesariamente a desplomes.

Además, el análisis estadístico realizado por varios investigadores muestra que la rentabilidad media a 6 y 12 meses tras este tipo de configuraciones ha sido superior a la media histórica. Aunque existen excepciones—como antes de ciertas crisis financieras—estas son escasas y no permiten establecer una regla general con validez predictiva.

Por tanto, el principal argumento contra la idea de que estamos ante una señal de venta es sencillo: los datos no respaldan esa hipótesis de forma consistente. De hecho, los periodos en los que una amplia mayoría de índices globales cotiza por encima de sus medias clave tienden a estar acompañados por un entorno macroeconómico favorable, mejora de beneficios empresariales y expansión del apetito por el riesgo.

En conclusión, aunque siempre es razonable permanecer atentos a señales de advertencia y gestionar el riesgo de forma disciplinada, la simple observación de que la mayoría de los mercados está en tendencia alcista no constituye, por sí sola, una razón sólida para vender. El verdadero reto de invertir en mercados fuertes no es saber cuándo salir, sino cómo mantenerse dentro sin sucumbir al miedo.

En un entorno donde las emociones pueden jugar malas pasadas, la disciplina basada en datos objetivos y no en suposiciones intuitivas sigue siendo la mejor brújula para los inversores.