Dean Christians es un analista veterano especializado en la investigación de mercado y trading de Wall Street, con más de 25 años de experiencia. Sus análisis y señales de trading son de las más valoradas entre los profesionales del sector financiero.
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El diferencial de la variación porcentual a 3 meses entre el S&P 500 y los futuros del oro ha caído por debajo del -24%. Esta es la brecha más amplia en más de dos años, una señal que históricamente ha anticipado puntos de inflexión importantes para ambos activos.

¿Qué significa esto? En pocas palabras, mientras las acciones han caído recientemente, el oro ha subido con fuerza. Esta divergencia no solo refleja una rotación de activos típica en tiempos de incertidumbre, sino también un grado elevado de pesimismo entre los inversores. Y cuando el pesimismo alcanza estos niveles extremos, suele ser el preludio de un cambio de tendencia.

El diferencial de rendimiento entre el S&P 500 y el oro es una métrica útil para evaluar el sentimiento de mercado. Cuando este diferencial alcanza niveles tan bajos como el actual, el mercado de acciones tiende a haber descontado mucho pesimismo, mientras que el oro puede haber reflejado un exceso de optimismo como activo refugio.

En episodios anteriores similares —como en marzo de 2020, enero de 2016 y mediados de 2011— el S&P 500 mostró recuperaciones sostenidas en los tres a seis meses siguientes. Por el contrario, el oro mostró un comportamiento lateral o incluso correctivo luego de estas fuertes subidas.

El reciente rally del oro ha estado impulsado por factores como las tensiones geopolíticas, las expectativas de recortes de tipos por parte de los bancos centrales, y el interés de bancos centrales en seguir acumulando reservas físicas. Todo esto ha hecho que el oro se perciba como un refugio seguro en medio del ruido macroeconómico.

Sin embargo, la fortaleza del oro también puede haber exagerado su rol de activo defensivo. Si el sentimiento negativo en acciones comienza a revertirse, como ha ocurrido en ciclos pasados tras un diferencial tan extremo, el oro podría enfrentar dificultades para mantener su impulso.

¿Qué sugiere el spread actual?

Un diferencial por debajo del -24% entre el S&P 500 y el oro no es común. Representa una desconexión significativa entre la percepción de riesgo y la valoración relativa de estos activos. En el pasado, este tipo de señales han anticipado:

  • Reversiones alcistas en las acciones, especialmente en sectores cíclicos e industriales.
  • Correcciones moderadas o pausas en el oro, a medida que los inversores reequilibran sus carteras hacia activos de riesgo.

Por supuesto, esto no garantiza un comportamiento idéntico esta vez. Pero la historia sugiere que los extremos en este diferencial rara vez se sostienen por mucho tiempo.

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¿Qué hacer como inversor?

Si se mantiene el patrón histórico, los próximos meses podrían favorecer una recuperación gradual de la renta variable, mientras que el oro podría entrar en una fase de consolidación o ajuste.

Para los inversores tácticos, este podría ser un momento para considerar una rotación parcial desde activos defensivos hacia oportunidades de valor en acciones, especialmente si los datos económicos comienzan a mostrar señales de estabilización.

Conclusión

El diferencial actual entre el S&P 500 y el oro podría marcar un punto de inflexión. No es una señal para tomar decisiones impulsivas, pero sí una oportunidad para analizar si el pesimismo en renta variable está sobredimensionado y si el entusiasmo por el oro ha llegado demasiado lejos, demasiado rápido.

La clave será observar cómo evoluciona la narrativa macroeconómica y si el comportamiento técnico del mercado respalda un rebote en las acciones.