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Brett N. Steenbarger, Ph.D. es profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento en SUNY Upstate Medical University. Compagina su actividad docente con la de entrenador de gestores de hedge funds y traders profesionales. Brett es autor de varios libros sobre psicología enfocada en el trading: The Daily Trading Coach (2009), Trading Psychology 2.0 (2015) y Radical Renewal (2019), entre otros. Su experiencia en los mercados financieros comenzó a finales de la década de 1970.”.
Brett N. Steenbarger, Ph.D. / SUNY Upstate Medical University

 

Puedes leer la primera y la segunda parte de esta serie.

FeelDeeply

Es un error común pensar que actuar racionalmente significa erradicar la emoción de nuestros procesos de pensamiento. De hecho, ocurre lo contrario, como observa el psicólogo Nathaniel Branden. Nuestras mejores ideas son las que sentimos profundamente, las que resuenan dentro de nosotros. Eso es lo que quieren decir los traders cuando se refieren a tener «convicción» en una operación. Nuestra peor operación se da cuando sentimos cosas y reaccionamos a ellas impulsivamente. En esos casos, nuestra reacción nos impide reflexionar y pensar con claridad. Todo el mundo se siente incómodo cuando los mercados se mueven en nuestra contra. La pregunta es si usa esas emociones como información o les permite controlar sus próximas acciones.

La mayoría de los traders han tenido la experiencia de mirar la información del mercado, discutir ideas con otros y realizar investigaciones y de repente ver dónde se alinean las cosas y tienen sentido. Ese momento es un gran ejemplo de sentir profundamente. Nuestras mejores ideas son las que nos llegan con ese profundo sentido de reconocimiento. Esas son las ideas sobre las que estamos destinados a actuar. Actuar significa orientarnos hacia un fin elegido en base a toda la información que tenemos disponible: información fáctica y también información de nuestros sentimientos más profundos.

Cuando reaccionamos, no nos estamos dirigiendo hacia un fin elegido. Más bien, estamos permitiendo que los eventos nos controlen y dicten nuestras acciones sin planificación y sin convicción. No es de extrañar que algunas de nuestras peores operaciones provengan de decisiones tomadas por miedo, codicia, FOMO, etc.

Pensamos más profundamente cuando aquietamos nuestras mentes y apagamos nuestro diálogo interno. Es cuando nuestras mentes están en calma cuando los patrones pueden venir a nosotros y darnos esa sensación de ¡lo encontré! Una mente tranquila es una mente abierta y una mente abierta está lista para sentir profundamente. Una de las mayores ventajas en el trading es la capacidad de acercarse a los mercados con una mente tranquila.