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Peter Davies es director ejecutivo de Jigsaw Trading. Es trader profesional de order flow en futuros del S&P 500.

Peter Davies / Jigsaw Trading

 

Los niveles de soporte y resistencia son los puntos más “bonitos” del gráfico… y por eso también los más concurridos. Esa popularidad los convierte en zonas donde los traders inexpertos se agolpan con stops evidentes y objetivos demasiado obvios. El resultado: se vuelven vulnerables a empujones de liquidez que barren stops por unos ticks y, acto seguido, giran el precio con un tramo intradía potente.

El gran problema de “entrar donde entra todo el mundo” es que tu stop suele estar donde “todo el mundo” lo coloca. En una venta en resistencia con stop 2 puntos por encima, te expones a que te saquen con un simple barrido. Y, sin embargo, muchas de esas mismas rupturas fallan y se transforman en caídas limpias. Esta guía expone por qué pasa y cómo adaptarte para dejar de ser parte del combustible y empezar a operar con ventaja.

La dinámica crowd vs. “empujadores de mercado”

Imagina una resistencia clara en 1440. Al acercarse el precio, conviven dos grupos de novatos: los que venden la zona esperando giro y los que compran el breakout buscando nuevos máximos. El peor escenario para ambos es el típico “amago + falsa ruptura + giro violento”: primero caña a los cortos temerosos, luego carnaza para los breakout tardíos, y por último giro que hace capitular a todos.

Desde la óptica del operador con músculo (el que “empuja” el mercado), la jugada consiste en simular debilidad (apilar ofertas), provocar ventas, acumular largos escondidos unos ticks por debajo, y después empujar al alza para hacer saltar stops de cortos y activar compras breakout. Finalmente, distribuye en la zona alta y se lleva la ganancia. ¿Sucede siempre? No. ¿Sucede a menudo en niveles obvios y días lentos? Sí, lo suficiente como para respetarlo.

Qué puede pasar en una resistencia (A–D)

En una resistencia típica hay cuatro escenarios clásicos: A) giro milimétrico, B) giro sin tocar, C) ruptura por unos ticks y giro, D) ruptura limpia que continúa. Los A–C ofrecen oportunidad de reversión; D es donde más duele para el que intenta cazar techos. Si te obsesionas con vender “el tick perfecto” y pones un stop apretado 2 puntos arriba, eres carne de barrido. Si entras demasiado pronto 2 puntos abajo con stop 4 puntos arriba, tu relación acierto/pérdida exige una precisión poco realista.

Soluciones prácticas para dejar de ser gasolina

1) Cambia el enfoque: usa el nivel para definir sesgo, no como gatillo ciego. En vez de “vender la resistencia” a la primera, espera la reacción. Si el precio falla y gira, ajusta el sesgo a corto y opera pullbacks en la nueva dirección, lejos del ruido de la zona. Es menos glamuroso (menor recompensa por operación), pero también menos masificado.

2) Conoce el estado del mercado del día (“Know Thy Market”). Días lentos y de poco volumen respetan mejor los niveles (y también son más “jugables” por los que empujan). Días “ping-pong” con 3–4 tramos de 8+ puntos y delta acumulado plano ofrecen rebotes, pero el precio será nudged (empujado) entre extremos. Días de alto volumen/noticia tienden a romper y seguir; no quieras “cazar techos” cuando los especuladores de corto plazo no mandan.

3) No te cases con el precio perfecto: prioriza confirmación inteligente. No hay nada malo en “entrar tarde” si eso mejora tu esperanza matemática. A veces 1–2 ticks de confirmación valen más que intentar adivinar el giro exacto.

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Cómo usar el Order Flow para filtrar niveles

image 15El order flow no es una varita mágica; es información contextual. Úsalo para responder tres preguntas: (a) ¿Este nivel importa para el mercado? (profundidad/volumen en la zona), (b) ¿Quién está siendo agresivo ahora? (compradores/ vendedores a mercado), y (c) ¿Se está absorbiendo el empuje contrario? (ofertas/pujas que aguantan).

Señal 1 — “¿A alguien más le importa este nivel?” En resistencias importantes verás ofertas mayores que pujas en el libro (depth). Eso no garantiza giro, solo indica participación y atención. La clave es observar cómo reaccionan esas ofertas cuando llegan compras a mercado: ¿retiran liquidez o se mantienen/añaden? Si absorben sin subir el precio, tienes un “muro” para apoyarte.

Señal 2 — “¿Quién empuja los cambios de tick?” Compara cuántos contratos hicieron falta para subir cada tick en la subida hacia la resistencia, frente a cuántos hacen falta para bajar cada tick tras el supuesto giro. Si “engorda” el volumen bajando (más contratos para bajar que para subir previamente) y no cede precio al alza, hay absorción de ventas que intenta frenar el giro y “jugar” contigo. Al inicio de un reversal, los primeros 6–8 ticks son críticos: si ves absorción pesada en la caída inicial, desconfía del corto.

Señal 3 — “Icebergs” en la cara interna. Un iceberg es refresco de órdenes límite (mantener, por ejemplo, 500 en el bid aunque entren 1000 a mercado). En un flip real, alguien debe plantarse. A menudo no verás 10.000 contratos de golpe (la gente se adelantaría), sino 500–1000 que se refrescan. ¿Sirve para entrar “con stop a 1 tick”? No confíes ciegamente: pueden barrer 1–2 ticks y volver a subir si están defendiendo. Úsalo como contexto, no como dogma.

Señal 4 — “Línea en la arena” para ejecutar. Muchos giros dejan un precio de apoyo donde las ofertas se mantienen y absorben compras sin que el precio suba. Si entras corto ahí, a menudo obtendrás 2–3 ticks a favor rápido. Pero no te duermas: hasta que alejes la posición ~8 ticks del nivel, estás en zona de juego y debes estar listo para cortar si detectas el flip.

Momentum, perfil de volumen y profundidad: jerarquía útil

Lectura de ejecuciones/Tape (Time & Sales, Footprint, Delta acumulado): aquí ves el flujo real de órdenes a mercado. Es la pieza más valiosa para entender quién es agresivo y si tu trade “tiene viento de cola”. Úsalo para evitar entrar contra momentum, confirmar que la operación progresa y salir cuando el impulso se agota.

Perfil de volumen/posicionamiento: te dice dónde está la memoria del mercado (zonas de negociación densa que luego actúan como imanes o catapultas). Tras un viaje y retorno, posiciones antiguas se “limpian”; el volumen reciente y cercano es más relevante para stops y reacciones.

Profundidad (bids & offers): aporta contexto, pero no es oráculo. Ver ofertas grandes justo sobre el máximo del día es normal y muchas veces irrelevante. Lo útil es cuándo crece la profundidad por delante (otros anticipan y “se te cuelan”) o cuando se mantiene firme bajo agresión.

Plan operativo: de la teoría al click

1) Pre-market: define el estado esperado del día (lento, ping-pong, tendencial de volumen alto), ubica niveles S/R clave, ventanas de datos y máximos/mínimos significativos (diario/semanal/anual). Si el día pinta tendencial, reduce la tentación de “vender techos”.

2) Acercamiento al nivel: observa quién empuja ticks, si hay absorción en offers, y si la profundidad refleja interés genuino. Si nadie defiende y el momentum comprador aprieta, no te pongas delante del tren.

3) Gatillo: busca línea en la arena (offer que no cede) + tape que se agota (compras a mercado que no suben precio) + primeros 1–2 ticks de confirmación a favor. Entra con riesgo acotado, exige 2–3 ticks de respiro rápido y mueve a break-even si el contexto se ensucia.

4) Gestión: hasta alejarte ~8 ticks del nivel, mantén el dedo en el gatillo. Si aparece absorción contraria gruesa o cambio de momentum, acepta el scratch o la pérdida pequeña. Si el tramo corre, parciales en zonas de volumen y deja correr con trailing lógico (máximos/mínimos menores, VWAP, etc.).

Errores comunes que te cuestan dinero

• Stops obvios y estrechos justo por encima/debajo del nivel: invitan al barrido. Piensa en estructura (por encima del clúster que definió el giro) y en confirmación antes de arriesgar.

• Convertir el order flow en “sistema de una regla”. “Veo iceberg → siempre vendo” es receta para el desastre. El order flow es contexto, no un truco aislado.

• Sobreoperar tras descubrir el DOM/Footprint. La causalidad en directo engancha, pero dispara el número de trades. Menos es más: elige 1–2 setups y haz drills fuera de mercado antes de arriesgar dinero.

• Ignorar el calendario y los extremos relevantes. Un máximo anual a 3 ticks por encima no es un detalle. Un dato a las 16:00 CET cambia el flujo. Integra siempre el contexto macro-intradiario.

Checklist exprés para operar S/R intradía

  • Estado del día identificado (lento / rango activo / tendencial de alto volumen).
  • Nivel validado por mercado (atención/volumen, no solo por tu línea).
  • Momentum a favor del plan (no te pongas contra la inercia sin señal clara).
  • Línea en la arena (absorción visible) + confirmación (1–2 ticks).
  • Riesgo definido (stop donde el patrón deja de ser válido, no donde “duele menos”).
  • Gestión activa los primeros 6–8 ticks; recoge parcial y protege cuando despega.

Conclusión

Operar soportes y resistencias “porque se ven claros” es fácil; hacerlo rentable no lo es. La clave está en dejar de ser predecible, entender el estado del día, leer quién empuja con órdenes a mercado y exigir confirmación operable. Recuerda: no compites por el tick perfecto, compites por la mejor esperanza matemática. Si empiezas por leer momentum, incorporas perfil de volumen y usas la profundidad como contexto (no como oráculo), dejarás de ser combustible y pasarás a posicionarte del lado de la intención dominante.

Manténlo simple y manejable: pocos instrumentos, pocas herramientas, drills de lectura, y ejecución disciplinada. Los niveles seguirán ahí mañana; tu capital y tu cabeza también deben estarlo.