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Jay Kaeppel es analista cuantitativo colaborador habitual de los principales medios internacionales como CNBC, así como colaborador destacado en SentimenTrader.com y la revista Stocks and Commodities, una web de referencia internacional con suscriptores en más de 50 países.
Jay Kaeppel / Sentimentrader.com

 

La plata ha experimentado una fuerte subida recientemente, pero sigue estando relativamente barata en comparación con el oro. A pesar del impulso alcista, la relación plata/oro (SGR, por sus siglas en inglés) permanece en niveles históricamente bajos, lo que sugiere que el movimiento podría estar lejos de agotarse.

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El Silver/Gold Ratio se mantiene por debajo de 0,12, un nivel que históricamente ha precedido periodos de fuerte revalorización de la plata. Este ratio, que mide cuántas onzas de plata se necesitan para igualar el valor de una onza de oro, ha oscilado entre 0,08 y 0,20 en las últimas décadas, siendo los niveles actuales más cercanos al extremo inferior de ese rango.

Históricamente, cuando el SGR ha estado en niveles similares a los actuales, la plata ha tenido una probabilidad elevada de subir durante los siguientes 6 a 12 meses. En algunos de esos episodios, los repuntes de la plata han sido incluso superiores al 30%, ya que los inversores reequilibraban sus carteras frente al oro y buscaban exposición a un metal más volátil pero con mayor beta alcista.

Además del análisis técnico, existe un argumento fundamental para pensar que la plata podría seguir subiendo. La demanda industrial continúa creciendo, en especial en sectores como la energía solar, la electrónica y los vehículos eléctricos. Todo esto está generando presión estructural sobre la oferta, que no crece al mismo ritmo.

Otro factor relevante es que la plata suele beneficiarse en fases tardías del ciclo económico, cuando los inversores buscan cobertura frente a la inflación o especulan con un giro en los tipos de interés. En esos entornos, la plata tiende a comportarse incluso mejor que el oro debido a su doble naturaleza industrial y monetaria.

No obstante, es importante matizar: que el ratio plata/oro esté bajo no garantiza automáticamente que la plata suba. El mercado puede permanecer en desequilibrio durante tiempo, y la presión bajista en los metales preciosos en general (por ejemplo, si el dólar se fortalece o los rendimientos reales suben) podría afectar también al precio de la plata.

En resumen, los datos históricos sugieren que la plata podría tener un potencial alcista considerable en los próximos meses, especialmente si el Silver/Gold Ratio comienza a normalizarse hacia niveles más medios. La relación riesgo-beneficio actual parece favorable para quienes buscan diversificación en metales preciosos o una exposición táctica a tendencias cíclicas.

La clave, como siempre, estará en la confluencia de factores: si el oro mantiene su soporte, la inflación no desaparece del todo y los bancos centrales dan señales de giro, la plata podría brillar con fuerza.