Este es el suelo de mi oficina, donde hay más de 30 libros en varias etapas de lectura, ¡simultáneamente! Mi técnica para escribir es leer y leer a diferentes autores sobre un tema determinado hasta que finalmente algo me viene a mente. Realmente no es diferente de mirar gráficos e información de mercado en diferentes marcos de tiempo y de repente detectar un movimiento direccional en proceso. Analizar, analizar, analizar: eso requiere atención. La creatividad proviene de la síntesis: ponerlo todo junto en una imagen coherente.
Uno de los temas principales de mis lecturas es la meditación. Resulta que hay *muchas* formas diferentes de meditación, muchas de las cuales son bastante diferentes a nuestra concepción común de la práctica oriental. Como explico en el artículo reciente de Forbes, la función más importante de la meditación es desarrollar el enfoque y amplificar nuestra experiencia. El problema es que la gran mayoría de las personas que prueban la meditación no la persiguen el tiempo suficiente para lograr esa amplificación.
La forma en que a menudo saboteamos nuestro trading es a través de nuestros patrones de pensamiento negativos y automáticos. Como enfatizan los terapeutas cognitivos, normalmente aprendemos hábitos negativos de pensamiento, donde los pensamientos automáticos toman el control. Estos pueden ser pensamientos de autocrítica, pensamientos repetitivos que nos convierten en víctimas, pensamientos de preocupación, etc. Lo que no se aprecia bien es que ese pensamiento automático es meditación al revés. Cuando nos enfocamos en nuestros pensamientos negativos, internalizamos la negatividad. Irónicamente, terminamos usando nuestra lupa para acentuar el mismo pensamiento que nos sabotea: en el trading y en la vida.
Interiorizamos aquello en lo que nos enfocamos y eso determina en quiénes nos convertimos. Eso puede animarnos o puede sabotearnos.