maxresdefault 400x225 1

 Jason Goepfert es presidente y CEO de Sundial Capital Research. Editor de SentimenTrader.com, una web de referencia internacional con suscriptores en más de 50 países.
Jason Goepfert / SentimenTrader

 

El sector financiero mantiene una tendencia alcista de dos años, respetando su media de 200 sesiones desde noviembre de 2023. Para un sector tan cíclico y sensible a tipos, curva y crédito, esto no es menor. La estructura de fondo sigue siendo positiva, pero el mercado rara vez ofrece señales sin matices: la superficie indica estabilidad, mientras que bajo ella aparecen elementos contradictorios que podrían anticipar un giro, una corrección o un nuevo tramo alcista. Es aquí donde se juega la partida.

image 17

Lo más evidente es que el precio se ha estancado. Desde marzo, el sector avanza a trompicones, incapaz de romper con convicción los máximos recientes. No estamos ante un patrón bajista mayor, sino ante una pérdida de momentum que sugiere espera, digestión o falta de catalizador. Lo interesante es que este frenazo ocurre justo en la zona de la media de 200 días, convirtiendo el nivel actual en un soporte psicológico y técnico. Mientras se mantenga por encima, el sesgo alcista se mantiene, pero la presión es evidente.

A la vez, la amplitud del sector está bajo mínimos. El número de valores con fortaleza relativa positiva es muy reducido, y el promedio móvil de 100 días de este grupo lleva semanas por debajo del 16,5 %. Este tipo de lecturas históricamente aparecen en episodios de “lavado de manos”, pánico selectivo o simple desgaste interno. Es decir: unos pocos valores fuertes están sosteniendo todo el peso del sector mientras la mayoría se deteriora.

Y entonces aparece el elemento más interesante del cuadro: el ratio Cobre-Oro. En niveles extremadamente bajos —hoy en 0,124— este ratio suele actuar como un barómetro adelantado del ciclo económico. Cuando la lectura es tan deprimida, la historia indica que el comportamiento posterior del sector financiero tiende a ser fuertemente positivo. Tras lecturas similares, el retorno mediano a un año en XLF pasa del 27 %, con una probabilidad de acierto del 86 %. Un nivel tan bajo suele reflejar miedo, defensividad y expectativas negativas sobre crecimiento… condiciones que suelen acompañar giros alcistas cuando el mercado comienza a descontar estabilización.

Juntas, estas piezas componen un escenario de tensión: tendencia intacta, pero con debilidad interna extrema. Un soporte clave que aún aguanta. Un indicador macro adelantado enviando una señal históricamente alcista. Y una amplitud deteriorada que, cuando se recupera por encima del 16,5 %, ha precedido en otras ocasiones fuertes movimientos al alza en periodos de 6 y 12 meses.

La conclusión es clara: mientras el precio se mantenga por encima de la media de 200 sesiones, el sector financiero ofrece un setup contrarian de alto interés. La combinación de amplitud deprimida y sentimiento lavado puede ser exactamente lo que el mercado necesita para encontrar un suelo local y construir un nuevo tramo alcista. Si, por el contrario, se pierde ese soporte, la narrativa cambia por completo.

Hoy, el sector financiero no está dando señales de ruptura. Está dando señales de que algo importante está a punto de pasar. Y cuando precio, amplitud y macro se tensan a la vez, el desenlace suele venir acompañado de movimientos fuertes. La clave ahora es vigilar: ¿aguantará la media de 200 días? Si lo hace, la historia dice que el lado alcista ofrece mejor asimetría.