Cuando comencé mi carrera trabajando como entrenador de rendimiento para traders, el primer cartel que coloqué en mi oficina fue una fotografía firmada por un francotirador militar. Mostraba al francotirador tirado entre la maleza, bien camuflado y mirando al frente con el rifle en alto. La quietud absoluta y el enfoque de la figura bien escondida eran sorprendentes. Lo que hace que los mejores francotiradores sean especiales es que, cuando las condiciones de la batalla se calientan, se han entrenado para reducir la velocidad. Es cuando varios objetivos de alto valor aparecen a la vista cuando respiran más lentamente y se quedan más quietos. La oportunidad trae enfoque, no emoción.
El problema psicológico más común que escucho de los traders hoy en día es cómo mantener la calma y la concentración durante las condiciones volátiles del mercado. Es natural que los operadores direccionales vean muchos movimientos como muchas oportunidades. La emoción que genera cuando los mercados comienzan a moverse en su dirección, la frustración que genera cuando los mercados retroceden en su contra, todo tiene el potencial de interrumpir nuestra planificación, nuestra concentración y, en última instancia, nuestro mejor trading.
Es bajo estas condiciones que encuentro que el entrenamiento con biofeedback es más útil. A continuación hay algunos enlaces que pueden ayudarlo a comenzar a investigar el tema. También es un tema que discuto en The Daily Trading Coach, particularmente en las secciones sobre cómo cultivar la mente tranquila y los métodos de exposición conductual. En el trabajo de exposición, primero aprendemos a reducir el ritmo cardíaco y el nivel de excitación de nuestro cuerpo con la ayuda de métodos tales como el biofeedback de la variabilidad del ritmo cardíaco y el biofeedback de las ondas cerebrales. Una vez que aprendemos lo que debemos hacer para mantenernos relajados, visualizamos activamente situaciones desencadenantes que tienden a estresarnos. Por ejemplo, podríamos visualizar un mercado yendo en nuestra contra y teniendo que salir con pérdidas. Imaginamos vívidamente la decepción y la frustración de la situación, mientras nos mantenemos en un estado de baja excitación y alta concentración y monitoreamos nuestra retroalimentación. Hacemos esto una y otra vez en nuestra práctica, hasta que las situaciones estresantes ya no nos sacan de nuestra zona.
Esto requiere una práctica regular, pero tiene un éxito sorprendente en la reconfiguración de nuestras respuestas emocionales a las situaciones. Nuestro trabajo es escalar la montaña del éxito, no cargar montañas de miedos y preocupaciones sobre nuestros hombros. De hecho, es posible reconfigurarnos y reprogramar nuestras respuestas a situaciones desafiantes. Cuando nos encontramos con condiciones de mercado volátiles, esto nos permite volvernos como el francotirador: más y más enfocados a medida que se presenta la oportunidad.